MEl UWC Red Cross Nordic College acoge un workshop sobre displasias esqueléticas liderado por María Codesido y Carolina Puente

Un evento pionero para derribar estereotipos y abrir el diálogo sobre la inclusión y las realidades de las personas con displasias esqueléticas.


Madrid, 6 de diciembre de 2024 – El pasado 3 de diciembre, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el UWC Red Cross Nordic College fue escenario de un evento transformador: un workshop sobre displasias esqueléticas diseñado para desmantelar prejuicios y fomentar una comprensión más profunda de estas condiciones genéticas. Liderado por María Codesido, joven gallega de 17 años con displasia epifisaria múltiple del colágeno IX, y Carolina Puente, presidenta de la Asociación de Personas con Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE) y persona con acondroplasia, el evento marcó un hito en la sensibilización y educación inclusiva.

La propuesta surgió directamente de María, quien, al llegar al UWC gracias a una beca de Fundación ONCE, identificó una importante brecha de conocimiento sobre las displasias esqueléticas en su entorno. “Le propuse la idea a Carolina porque sabía que podíamos generar un espacio de aprendizaje. Quería que mis compañeros no solo entendieran qué son estas condiciones, sino que reflexionaran sobre los estereotipos que muchas veces cargamos sin darnos cuenta,” explicó María.


Un espacio para aprender, reflexionar y avanzar

El workshop combinó dinámicas interactivas, reflexiones y testimonios personales para ofrecer una visión integral de las displasias esqueléticas, abarcando desde su impacto físico hasta las barreras sociales y culturales que enfrentan las personas con estas condiciones.

“Las displasias esqueléticas no solo afectan nuestro cuerpo; afectan cómo nos ve la sociedad, cómo interactuamos con el mundo y las oportunidades que se nos brindan,” afirmó Carolina Puente durante su intervención. “Es imprescindible trabajar para eliminar esas barreras. La accesibilidad y el conocimiento no son privilegios, son derechos básicos.”

La sesión comenzó con un Kahoot interactivo que retó a los asistentes a identificar mitos y realidades sobre las displasias, como si afectan únicamente la estatura o si las personas con estas condiciones pueden vivir de manera independiente. Esta dinámica no solo educó, sino que también abrió un espacio para el diálogo y la introspección.

“La respuesta de los participantes fue increíble. Querían aprender, preguntar y entender. Este tipo de dinámicas no solo informan, también abren un espacio para el diálogo,” señaló Carolina.


Una conversación sincera desde la experiencia

Uno de los momentos más destacados y conmovedores del evento fue el diálogo entre Carolina Puente y María Codesido, quienes desde sus experiencias personales ofrecieron a los asistentes una visión profunda y complementaria sobre los retos y oportunidades que plantea vivir con displasias esqueléticas en una sociedad que aún enfrenta desafíos en términos de inclusión.

Carolina, presidenta de ADEE y persona con acondroplasia, combinó con maestría su experiencia personal y profesional para destacar las barreras que ha enfrentado desde la infancia hasta su etapa adulta. Hizo hincapié en el papel fundamental de la familia como pilar de apoyo, pero también en las desigualdades que persisten en el acceso a recursos y oportunidades.

“La familia es a menudo nuestro primer soporte, pero no todo el mundo cuenta con las mismas redes de apoyo ni los mismos recursos. Los apoyos no son un lujo ni un favor, son un derecho esencial para garantizar que todas las personas, independientemente de sus circunstancias, puedan vivir con dignidad y alcanzar sus metas. Además, construir un entorno accesible beneficia no solo a quienes tienen displasias, sino a toda la sociedad, al reconocer y aprovechar la riqueza de la diversidad,” afirmó Carolina con profesionalidad y cercanía.

Por su parte, María ofreció una perspectiva fresca y cercana, relatando cómo su displasia epifisaria múltiple ha moldeado su vida diaria. Con honestidad, explicó cómo esta condición afecta su movilidad y le obliga a adaptarse constantemente a los retos cotidianos. Sin embargo, destacó cómo esas adaptaciones se han convertido en aprendizajes que han fortalecido su capacidad de crecer y avanzar.

“Las barreras están presentes en mi día a día, pero no me definen. Lo importante no es centrarnos en lo que no podemos hacer, sino en cómo transformar esas barreras en oportunidades para aprender y superarnos,” expresó María con claridad. “Mi displasia es parte de quién soy, pero no define mis sueños ni lo que soy capaz de aportar al mundo.”

Escuchar estas historias en primera persona, contadas con mucha cercanía, fue lo que permitió a los asistentes conectar profundamente con las ponentes. Las vivencias relatadas por Carolina y María no solo ilustraron las barreras que enfrentan las personas con displasias esqueléticas, sino que también pusieron en evidencia su resiliencia y capacidad para transformar estas dificultades en oportunidades. Esta conexión logró que los asistentes empatizaran, reflexionaran y se sintieran implicados en la necesidad de construir una sociedad más inclusiva.


Arte e historia como vehículos para el cambio

Carolina presentó además la campaña “Bufones de Velázquez”, una iniciativa que vincula el arte y la historia para reflexionar sobre los estereotipos que han marcado a las personas con displasias esqueléticas a lo largo del tiempo.

“Velázquez fue un pionero en mostrar la dignidad de estas personas en una época en que solo se las veía como objetos de burla. Hoy, nuestro reto es continuar su legado y asegurarnos de que la dignidad no sea negociable, sino una base esencial de nuestra sociedad,” afirmó Carolina.


El éxito exige continuidad

El evento concluyó con una ronda de preguntas que evidenció el interés de los asistentes por profundizar en estos temas. De hecho, varios participantes propusieron organizar una serie de encuentros futuros para seguir explorando la diversidad funcional y el impacto social de las displasias esqueléticas.

“Esto no termina aquí,” señaló María. “La respuesta ha sido increíble, y creo que hemos dado el primer paso para que este tipo de conversaciones se normalicen. El conocimiento es el mejor aliado para romper barreras.”

Carolina, por su parte, hizo un llamado a la acción: “La inclusión no es un ideal lejano, es algo que se construye cada día, en cada espacio y con cada acción. Lo aprendido hoy debe convertirse en un motor de cambio, porque las palabras, sin acción, no tienen valor.”


Sobre las protagonistas

  • María Codesido: Estudiante gallega de 17 años, actualmente cursa el Bachillerato Internacional en el UWC Red Cross Nordic College gracias a una beca de Fundación ONCE. Comprometida con la educación y la sensibilización, utiliza su experiencia personal con displasia epifisaria múltiple para promover un cambio social que valore la diversidad como un activo.
  • Carolina Puente: Presidenta de la Asociación de Personas con Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE). Como persona con acondroplasia, Carolina combina su experiencia personal y su liderazgo profesional para impulsar la visibilidad, el respeto y los derechos de las personas con displasias esqueléticas.

Para más información:

Web: www.adee.es

Redes sociales: @adee_esp

Contacto: info@adee.es

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